miércoles, 26 de septiembre de 2012

Madrid.

Aloha!

Después de un verano de risas, droga y hombres que no merecen la pena, vuelves a la ciudad que más te gusta. A tu ciudad, a los ruidos de los coches, al metro lleno de gente, a las mañanas de compras, al aire contaminado y los parques perfectos en los que no hay aglomeraciones de guiris.
Vuelves al sitio en el que te sientes cómoda- el único lugar en el que te sientes cómoda, da igual la calle que estés pisando. Y sonríes porque ahí nada ni nadie puede hacerte sentir mal.

Estás en tu sitio y da igual si ESE chico quiere algo contigo o si ya no tienes amigas en las que confiar porque no hay ningún lugar de toda esa ciudad en la que las cosas importen más de lo necesario.
Aquí no existe el miedo. Sólo necesitas un cigarro y alejarte de la gente que solo hable de preocupaciones. Este es tú sitio y esas son tus normas. Y si no las aceptan, pueden irse a otra parte porque la ciudad es grande y tú no miras a tu alrededor nunca.
'Y yo me bajo en Atocha, y yo me quedo en Madrid', dice Joaquín.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Mejor que la vida.


Sólo quiero un hombre que me haga sentir así.


... Felicidad en estado puro, bruto, natural, volcánico... Qué gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rayas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, LSD, éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano. Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenio. Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford. Mejor que la cara B de Abbey Road, los solos de Hendrix. Mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, los trances del Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson, mejor que Woodstock y sus fiestas mas orgásmicas... Mejor que los excesos del Marqués de Sade, Arthur Rimbaud, Morrison y Castaneda... Mejor que la libertad... Mejor que la vida.